jueves, 25 de octubre de 2007

metamorfosis


Uno se siente Gregorio Samsa a veces
recien despierto
y embriagado de cambios
que no se aciertan a comprender.


Hay momentos en la vida;
puntos de inflexión
o giros en el camino
en que nos crecen las alas,
nos salen colmillos
o se nos endurece el caparazón.


Ahora sé
que esas metamorfosis son necesarias
aunque nos convirtamos en cucarachas
o en mariposas,
ya seamos aves
o arañas peludas.


Cada alteración
nos demuestra que estamos vivos
que no yacemos inmóviles en un rincón
y que, aunque buscamos que así sea
de vez en cuando
el rincón se agita y se voltea
convirtiéndose en esquina
para dejarnos a la intemperie
bien a la vista de la metarmofosis
que nos espera.


4 comentarios:

á xibela dijo...

Suerte con la metamorfosis, linda crisálida.

Tú serás mariposa.

Iván dijo...

Prefiero los cambios inesperados a los esperados. La mayor parte de los deseos acaba torciéndose.
Yo jamás acabé de hacer la metamorfosis. Sigo siendo un capullo... :D
Un beso!

Stirga dijo...

Cómo me gusta leerte de nuevo.

Y cómo entiendo este post...

Pues, ya sabes, Berenice, deja endurecerse tus colmillos, madurar tu caparazón y despliega las alas para alzar de nuevo el vuelo.

Es bueno renovarse. Disfrutemos esta nueva etapa.

Mil besos

Anartista dijo...

no dejaremos nunca de jugar, como plenos cronopios en eterna metamorfosis.

y el flaco spinetta cantó una vez:

"cayéndose suena tu vida,
aunque no lo creas"