Os dejo el 1º. Ya me diréis si queréis que esta sección siga creciendo.
Guitarra: Fran Molina
Alguien me dijo hace tiempo
que existe un lugar donde nace toda la magia...
Un lugar
en que puedes entrar de un salto
y salir de un respingo pintando el cielo de colores,
en que los cojos escalan para besar a las jirafas
y los ciegos ven todos los colores del mundo.
Un lugar
en el que los tesoros te buscan
y se te meten en el bolsillo
para no esperar a ser encontrados,
en el que es posible encender velas con besos,
y crear hielo estrellado a fuerza de sonrisas.
Un lugar
en que los “te quieros” se escriben en mil idiomas
y se escapan a cada rato
y donde un instante de plena felicidad
consigue durar toda una eternidad.
Yo pensé entonces
que aquel lugar era tan solo una fábula,
el invento de un niño o un loco,
de un bufón de los que cuentan historias
para pasar el rato o para que escapemos de la dura realidad
Hoy me he descubierto como uno de esos payasos dementes,
de esos que cuentan historias
y me he dado cuenta
de que no las cuento para que los demás se escapen de nada
sino para compartir lo que siento y lo que soy
y me he dado cuenta
de que solo siendo un loco, un niño o un bufón
se puede llegar al lugar donde nace la magia.
Colecciono miradas,
propias y ajenas
de refilón o sostenidas
de las que dejan huella
y quedan prendidas
Las guardo
serenas, como remansos de paz
de esas sinceras y traslúcidas
de las que dejan
el alma abierta de par en par,
francas bañeras
en las que sumergirse
y dejarse flotar
Otras están enarboladas
de luces de colores
luminosas como soles
que encienden
lo que tocan
y cosen sonrisas
para olvidar
sinsabores
desamores
errores
Hay algunas
en cambio
opacas y calculadas
alicatadas hasta las pestañas
cerradas a cal y canto
como muros de sal
que no sabe una
si le engañan
o a dónde van a parar
Miradas como ventanas
miradas líquidas
perdidas e indiscretas
tiernas o despiertas
Colecciono miradas,
¿me regalas la tuya?
Estoy construyendo una escalera
para llegar hasta la comisura de tu sonrisa
y recostarme en sus confines de flor de luna.
Escalinata remachada de caricias, barnizada ambarina
que se ensancha o estira
hacia tu templada figura
atravesando el sol
En verdad,
no soy una experta construyendo peldaños
aunque a veces no es preciso serlo
si lo que se hace está lleno de ganas e ilusión
¿no crees?
Yo no lo sé de cierto, pero supongo
que una mujer y un hombre
un día se quieren,
se van quedando solos poco a poco,
algo en su corazón les dice que están solos,
solos sobre la tierra se penetran,
se van matando el uno al otro.
Todo se hace en silencio. Como
se hace la luz dentro del ojo.
El amor une cuerpos.
En silencio se van llenando el uno al otro.
Cualquier día despiertan, sobre brazos;
piensan entonces que lo saben todo.
Se ven desnudos y lo saben todo.
(Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)
Jaime Sabines