viernes, 14 de septiembre de 2007

acordeón


Así, es
aunque no nos guste confesarlo
no podemos negar
que la vida es un acordeón;
un fuelle
que te ensancha a veces
y otras te reduce,
que escalona los días de acordes y silencios
de alegrías y desamores sonados


Lo más incómodo aun
está en saber quien es el músico que lo sostiene,
conocer las manos
que pulsan sus botones y pliegan sus dobleces
arrancando las notas de valsecitos o boleros...
sea quien sea
podemos decir
que no siempre parece un experto
y que a veces desafina
pero que siempre, sea la canción larga o corta
una vez acabado el canto
ya apagada la voz del acordeón
(y aunque no quiera acordarse)
sabe que le aguarda su fundita
envoltorio final del regalo de sus acordes


Reconozcamos entonces...
que la vida es un acordeón


Inspirado en el poema de Benedetti “bandoneón”


6 comentarios:

Anónimo dijo...

En los pliegues del alma que toca el acordeón se esconde la sabiduria y experiencias vividas que centellean en sus manos emitiendo sonidos de epocas pasadas. Mientras en su frente te muestra los pliegues de la edad, los del corazón nunca podrás verlos
Manu

Berenice dijo...

ooole ese manu poeta!
que escondida tenia usted
esa faceta
... jaja

nota: tu me pides versos cada mañana... yo espero que te animes más veces a dejar un comentario por aqui ;)

Anónimo dijo...

Si hablamos de instrumentos, a mí la vida se me parece más a un violín.

Parece mentira, pero a pesar de ser sólo cuatro cuerdas (y aquí que cada uno elija. O no.), es muy difícil aprender a tocarlo.

Como somos tercos, también nosotros lo intentamos.

Hasta que por fin desistimos y nos dedicamos, más sensatamente, no sin emoción ni placer, a escuchar - y admirar- a quien de verdad sabe tocarlo.

A quien de verdad supo hacerlo.

Había dicho ya que me encanta la música de tus sueños?

Berenice dijo...

es muy buena comparación esa del violin.. si, tiene que ver con lo que yo he dicho de no saber quien es el músico y aquello de que desafine a veces..

Me alegra muchisimo que te guste la música de mis sueños.. y no.. n o me lo habías dicho antes

Wendy dijo...

gracias por encontrarme para poder encontrarte yo a ti.


ha sido todo un regalo.

mua.

Stirga dijo...

La vida es acordeón... y su llanto es la banda sonora de una película de puentes sobre el Sena, manos entrelazadas, miradas cómplices, paseos otoñales, segundas oportunidades y quimeras vigilantes... La banda sonora de la vida a veces es así, no procede del instrumento más elegante, ni del sonido más bello, pero es infinitamente mejor que cualquier otra, porque su partitura está pintada de sentimientos.