Cuando nací
mi cabeza y mi corazón se hallaban próximos,
tan próximos
que era imposible distinguirlos.
No acertaba a saber
si sentía lo que pensaba
o pensaba lo que sentía.
Para no confundir los latidos
con los devaneos de alguna neurona loca
acercaba la cabeza al pecho
y me quedaba oyendo
los bombeos de mi corazón ligero
tic tac tic tac...
Era fabuloso poder
ir de aquí a allá
huyendo de la sensatez
con mi cabeza y mi corazón unidos.
Pero el tiempo me cambió,
mi cuerpo fue creciendo,
mi cuello se irguió
para alejar mi cabeza de mi corazón.
Ahora los sentimientos y la razón
no se conocen,
por razones de altura
dejaron de mezclarse.
7 comentarios:
Hay días que estás sembrada... con las ideas, con la forma de contarlas... Y veo que sigues acercando la cabeza al pecho para escuchar al corazón. Haces bien!!!
Bueno Sonia, creo que has oído hablar del premio Thinking Blogger Award ;-)
Pues... que te he elegido entre los blogs que frecuento: aquí está el post
esto es un blog elegante, con estilo, si señor.. señora.. señori..se..
Muchas gracias por la elección Iñaki, y enhorabuena por tu mención.
Tiene su punto esto del blogeo eh?
Creo que es mutuo Jordi.. yo no he dejado de leer el tuyo y acabo de ver que has actualizado.. me pongo a leerlo yaaa! :)
He pensado en el corazón,
me ha llegado a la razón.
Y eso porque?
Que hay en nosotros, que dicta a quien amar... y por que no hacerlo...
¿Quien es?
¿o que es?
Si fuera alguin,
lo abandonaria,
si fuera algo...
No se...
Pero si fuera
parte de mi cuerpo...
Lo arrancaria...
Lo abandonaria...
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