martes, 28 de agosto de 2007

cada vez


Cada vez que la indiferencia me cerca
muere una estrella en mi mirada,
olvido un sueño perseguido
y el rumor del viento calla.


Cada una de esas veces en que
tus manos me niegan
en que mi voz no te alcanza,
se marchitan mis viejas alas.

Aquellas que se cansaron
de intentar volar en sueños,
las que me llevaron
a la orilla de tus besos
y al filo de tu mirada.


Hoy es una de esas veces,
hoy camino perdiendo plumas
sin estrellas en los ojos
y sin brillantes palabras.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo de perder plumas es algo muy común. Las palabras brillantes tienen que surgir solas, cuando ellas quieren :)