El vendaval de los cambios ha hecho entrada en mis días
como un torbellino arrebatado y veloz.
Le vi acercarse mientras giraba en mi rueda de costumbres
lo temí, lo esperé
ahora aquello que sentí da igual,
ya pasó.
Está aquí para quedarse un tiempo
para despeinarme y cambiarme el cuerpo
para girar mi paisaje
como sucede en las bolas de cristal con nieve dentro.
Ahora me queda saber quien seré cuando el viento amaine...
2 comentarios:
gracias por el link
Cuando el viento amaine vendra otro torbellino de momentos a moldear tu estancia en la tierra. Momentos, momentos, momentos; que son los momentos sino rafagas plagadas de detalles que te permiten existir.
Adelante
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