Mi casa se halla en tu mirada y tu abrazo firme
se encuentra en el aire y el susurrar de las hojas.
La encontré en el olor que precede a la tormenta
y a la quietud que viene tras ella.
Mi casa viaja conmigo,
se despeina con el viento de poniente.
Se emociona bajo el cielo estrellado,
y sonríe a tus ojos y tus labios.
Mi casa no tiene muros ni barreras
tiene la puerta abierta y el tejado estrellado.
Se orienta como los girasoles a pleno sol
y se encuentra allá donde alcance mi mano.
3 comentarios:
Tu casa no está hipotecada, aunque lo esté. Compruebo, Sonia, que tu casa es la alegría con que tomas la vida, la energía que regalas a quien quiere recibirla.
Estoy seguro de que un gato espera en tu nueva casa, para que puedas con él percibir las sutilezas de lo que asoma tras la ventana.
La verdad es que "casa" hace referencia a una sensación, a un sentimiento, no a un lugar real ni un espacio físico.
Creo que hay momentos en los que sentirse como en casa, en los que se disfruta el momento y eres plenamente consciente de lo bueno que tienes.
Gracias por asmarte a esta ventana de nuevo Carlos
oleeeeee
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