Que no lleguen tarde los besos
ni queden presos
en noches en vela
de salas de espera.
Que no lleguen tarde los huesos
de aquel que cansado viaja
rumbo al destino de su alma,
pues sólo descansa en calma
quien del tren se baja.
Y aquel viajero de besos
bajó del andén
en que yo esperaba.
Y buscando aquellos besos
corriendo en vaivén
con la cara iluminada
nuestros destinos se hallaban.
1 comentario:
y que hay de los abrazos Berenice, pues estos son besos pero con todo el cuerpo...esta muy bonito...vas a tener suerte ya veras...
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