miércoles, 7 de noviembre de 2007

océano de estrellas


Busco un océano de estrellas
en que sumergirme hasta la nuca,
para olvidarme
de las olitas pasadas
y los fulgores perdidos,
para encontrarme
en las corrientes agitadas
y los remansos dormidos.


Y aunque digáis
que los oceanos estrellados
son puro cuento
o solo un reflejo sobre el
acuoso mar,
no me resisto a pensar
que es posible
el encuentro
de esa quimera
para sumergirme y volar
a la profundidad
de cada astro caido
y cada lucero naciente
para recuperar mi luz
encender mi alma
y elevar mi frente.

5 comentarios:

Davengeo dijo...

Si tuviera que elegir una carta del tarot para estos versos...

Sería la del ermitaño, alejándose de la ciudad, con su candil y buscando su camino. El cielo estrellado sobre su cabeza es su única guía.

Si pudiera elegir una carta de tarot para los siguientes versos de Berenice...

Sería el Mago, hacedor de nuevos artificios, que desprendido de toda atadura, es el mismo el principio de la creación.

Hasta pronto, Berenice, y evita al Diablo en tu camino

Sinceramente vuestro,

Lucifer

Anónimo dijo...

Muy bien, estás en forma

Anónimo dijo...

Espero que pronto recojas ese polvo de estrellas y encienda tu alma...........de todo se aprende pero nunca olvides de donde vienes y que la luz la llevas dentro de tí

Merlin, Namarie

Iván dijo...

No hace falta mucho esfuerzo ñpara alcanzar las estrellas. Tan solo tienes que cerra los ojos y estirar las manos... Lo máximo que puedas. Seguro que al abrirlos te encuentras con un océano entero.
Un saludo!

Berenice dijo...

hola de nuevo, Ivan.. eso que dices me ha recordado a un poema de benedetti. Los comparto aqui. Se llama "otro cielo":

No existe esponja para lavar el cielo
pero anque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre te faltaría un pájaro en silencio

no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras por fin cómo es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón

no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobaras que no es tán difícil
siempre te faltaría el pino del crepúsculo

eso porque se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegues al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino