Vivimos de vez en cuando
instantes de plena paz,
soplos de felicidad completa
que pueden nacer desde dentro
o acercarse desde fuera.
Últimamente nada en especial
me trae esos soplos,
simplemente llegan
y me sorprenden
conduciendo de camino a casa
escuchando buena música
charlando con un buen amigo
o conciliando el sueño.
Se presentan inesperadamente
cargados de conciencia
y de deseos de parar el tiempo.
Creo que esta vez
son de los que nacen desde dentro
empujados por mi resorte loco.
¿no estará trabajando mucho últimamente
el muellecito? ...
3 comentarios:
Esos momentos son inolvidables...son esos que echas de menos cuando ya no llegan, cuando dismunuyen...y entonces..es cuando valoras esos soplos.
¿Inspiración? ¿El sopplo de un ángel que sobrevuela escondido a nuestro lado? ¿Simple entretenimiento del pensamiento?
A veces nos deslumbran con un chispazo de genialidad. O con una simple sorpresa. O una sonrisa. Pero en ese momento nos damos cuenta de que seguimos vivos. Y que nuestra cabeza, a veces dormida, nos acompaña despierta.
Una precios poesía. Sin duda.
Sonia, empiezo a pensar que tu nube creativa es más bien una estación de lluvia poética. Preciosa poesía, quizás esos soplos estén siempre y en todas partes, la maravilla es estar receptivo/a para querer sentir su caricia.
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