Las lenguas predictoras
escriben de buena tinta
que en momento aun no vivido
y lugar preciso y decidido
se dará muerte al miedo.
La forma del regicidio
será a través de puñalada certera
de mirada directa
y pecho valiente.
Sirva este pregón de aviso urgente.
En caso de verse el miedo
provisto de escondrijo alguno
guardese en él veloz,
pues su tiempo es limitado
y su asesino decidido
a cercenar al instante
su lamento incesante
de dictador aborrecido.
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