lunes, 28 de mayo de 2007

La mochila


Si alguna vez no pudiste evitar una sonrisa contemplando una puesta de sol,
Si una lagrima bailó por tu cara ante los ojos de alguien,
Si te estremeciste con una palabra, con una caricia,
O si cerraste los ojos inmerso en un sueño real... puedes decir que has vivido.

Recupera la sonrisa, la lágrima, las palabras y caricias de esos momentos,
llévalos en tu mochila y prosigue el camino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay lugares que uno visita con su mochila, y conoces a todo tipo de gente...lo mejor de todo es encontrar a personas que te ayudan a dejar atrás los errores. Gracias Sonia!